Sharpei
Es una creencia generalizada que el Chow Chow jugó un importante papel en la historia del Sharpei, y no sólo por compartir con él la rara lengua negro-azulada. El Dogo del Tíbet es también un antepasado del Sharpei y posiblemente algunas de las otras razas de mastines estén de igual modo entre sus antecesores. Al mirar hacia atrás en la historia de la raza debemos tener presente que durante la dinastía Han el imperio romano estaba en vertiginosa expansión, lo que dio lugar a la apertura de rutas comerciales a través del Asia Central. Tales rutas pudieron haber permitido la llegada a China, junto a otros objetos comerciales, de los perros existentes en las colonias romanas.
También se supone que el Montaña del Pirineo es otra de las razas que puede haber jugado su papel en la formación del Sharpei, porque algunos Sharpei tienen, como esa raza, dedos suplementarios dobles. No obstante, hay que decir que este rasgo puede encontrarse en muchas razas diferentes, lo mismo en Francia y Mongolia que en otras regiones del Asia.
Su historia se remonta a la dinastía china Han (206 a.C. – 220 d.C.), con estatuas de perros en tumbas que recuerdan la raza. Estas figuras de arcilla representan perros de cuerpos cuadrados, patas cortas, colas enroscadas y expresión ceñuda. Vasijas de la misma época también muestran figuras de perros de constitución fornida y patas cortas, con colas erectas y breves que pudieran tener alguna relación con el Sharpei que conocemos hoy.
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